Las enfermedades infecciosas son trastornos causados por organismos como bacterias, virus, hongos o parásitos.

Las más importantes en los perros son:

Parvovirus canino, moquillo canino, adenovirus canino, parainfluenza canina y leptospira.

 Parvovirus canino:

Es un virus extremadamente resistente, capaz de soportar el pH y las diferentes enzimas del aparato digestivo, además de sobrevivir durante meses en el ambiente, lo que lo hace muy contagioso. Normalmente afecta al tránsito gastrointestinal presentando síntomas como la diarrea con sangre, la fiebre, los vómitos, la debilidad, el decaimiento y la deshidratación, pudiendo verse afectada la vida del animal. El tratamiento es sintomático y de apoyo al sistema digestivo. La prevención se basa en la vacunación

 Parainfluenza canina:

es un virus respiratorio y uno de los muchos virus que pueden causar la traqueobronquitis infecciosa en los perros. Es altamente contagiosa y suele desarrollarse en situaciones en que hay muchos perros juntos (guarderías, criaderos, parques de perros...) Los síntomas principales son Tos seca y cortante, fiebre, moquillo, estornudos, depresión, letargo y pérdida de apetito. El tratamiento irá indicado en base a los síntomas que presente.

Adenovirus canino:

Conocida como la hepatitis vírica canina. La principal fuente de infección es la ingestión de orina, heces o saliva de perros infectados. Los perros que se recuperan de la infección pueden excretar el virus a través de la orina durante 6 meses. El virus es resistente a muchos desinfectantes y puede perdurar intacto en el entorno durante semanas o meses. Los síntomas oscilan entre signos muy leves y la muerte repentina. No se puede tratar directamente, el tratamiento se limita a intentar que los daños que ocasiona en el animal sean los mínimos posibles. Muchas veces los perros mueren a pesar del tratamiento. La prevención se basa en la vacunación.

Moquillo canino:

Se trata de una enfermedad vírica muy contagiosa y mortal. Se transmite fácilmente por el contacto directo con perros infectados a través de las secreciones de la nariz y las lágrimas. Los perros infectados pueden diseminar el virus durante varios meses.

Existe varias formas de manifestarse:

Forma respiratoria: cursa con un cuadro de respiración fatigosa, secreción nasal y tos. Es posible que exista una infección bacteriana secundaria.

Forma digestiva: consiste en una gastroenteritis, con vómitos y diarrea.

Forma cutánea: dermatitis, con un engrosamiento de la piel de la nariz y de las almohadillas de las patas.

Formas nerviosas: en forma de ataques súbitos o, espasmos musculares, que desembocan en la parálisis de las extremidades.

Forma ocular: En ella aparecen signos de conjuntivitis (lagrimeo). No existe un tratamiento, sólo ir tratando la sintomatología y posibles infecciones bacterianas. La prevención se basa en la vacunación

Leptospira canino:

Es una enfermedad bacteriana que afecta a perros y puede contagiarse a las personas (zoonosis). El modo de contagio es por ingerir agua estancada contaminada por dicha bacteria, por ingerir orina u heces de ratas que actúan como reservorio. Y los humanos pueden contraer la enfermedad por contacto directo de perros infectados a través del contacto de la orina. Los síntomas que provocan son: ​Fiebre alta, vómitos y diarrea que pueden contener sangre, ictericia, orina oscura, deshidratación, congestión de las mucosas, letargo, insuficiencia renal aguda y la posible muerte del animal. A diferencia de las infecciones causadas por los virus, la leptospirosis es una enfermedad bacteriana, y por esa razón puede ser tratada con diversos antibióticos. Como se ha visto muchas de las enfermedades infecciosas son altamente contagiosas, y algunas no presentan ningún tratamiento eficaz por lo que la única manera de prevenirlas es mediante una correcta vacunación. La cual se aconseja poner desde cachorro con las pautas correspondiente según el protocolo de cachorro y poniendo los refuerzos pertinentes.